Este término no posee una definición exacta, pero se conoce como inteligencia artificial, a toda función o tarea que es ejercida por una máquina o sistema, que antes solo podía ser realizada por el ser humano. Entre estas funciones o tareas podemos mencionar la solvencia de problemas.
Cabe resaltar que la IA, ha mejorado el rendimiento y productividad de las empresas, logrando automatizar diversas tareas que tiempo atrás eran ejercidas solo por el recurso humano. Por ejemplo, los chats boots, que se usan para establecer una conversación, proporcionando de esta manera, una respuesta más rápida y eficiente con los clientes. Existen también los asistentes inteligentes de la IA, que analizan información, preparan datos a gran escala, identifican patrones, formulan predicciones de forma automática, a un ritmo eficaz.
Entre ellas está, el aprendizaje automático, mejor conocido como Machine Learning, que está encargado de que las computadoras realicen diversas acciones sin la necesidad explícita de una programación.
La otra técnica es el aprendizaje profundo, conocido como Deep Learning. Estas clasifican información mediante redes neuronales. Por ejemplo, el traductor.
Destacamos que, en nuestro diario vivir, podemos encontrarnos diferentes medios que trabajen de la mano con la IA, como: los asistentes de voz, YouTube, contenido de redes sociales; incluso en la tv, con las recomendaciones de algunos programas, películas o documentales que nos sugieren.
PARA STEPHEN HAWKING, EL MAYOR CIENTÍFICO DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS, “CADA ASPECTO DE NUESTRAS VIDAS TENDRÁ UN CAMBIO TRASCENDENTAL GRACIAS A LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA)”, Y PODRÍA SER ÉSTE “EL SUCESO MÁS GRANDE EN LA HISTORIA DE NUESTRA CIVILIZACIÓN ACTUAL”.